Después de cada uso: después de cada uso, limpie el estante con un paño húmedo para eliminar el exceso de agua y partículas de alimentos.
Una vez a la semana: una vez a la semana, remoje en agua jabonosa tibia y lave toda la suciedad restante.
Mensual: poner en el lavavajillas al menos una vez al mes o remojarlo en vinagre mezclado con agua para eliminar las bacterias y olores que aún pueden estar presentes debido al almacenamiento.
Mantenga la suavidad: no rasque la superficie del aluminio, ya que las esponjas no abrasivas y los limpiadores suaves son suficientes.
Completar el proceso de secado: después de lavarse, asegúrese de que no haya agua residual en el estante, para que no haya manchas de agua en la superficie del estante en el futuro.
El estante de vajilla de aluminio es una necesidad útil y elegante para cualquier cocina. Estos se pueden limpiar fácilmente porque no se oxidan ni se ensucian, una opción sin esfuerzo para familias que siempre están llenas de actividad. En los próximos años, con poco trabajo de limpieza, los cubiertos de aluminio estarán protegidos como aspectos higiénicos y estéticos de su espacio culinario.